martes, 6 de septiembre de 2011

Cuerpo físico y cuerpo sutil...

Es muy importante que comprendamos cómo funcionamos, que es nuestro cuerpo físico, que es ese campo magnético personal, y de qué esta constituido. Si  entendemos como funcionamos, podremos entender como funciona el macrocosmos, y que función tenemos como individuos, como seres encarnados aquí y ahora con una función, con un Dharma, que hemos elegido este ahora para algo.-

 Y si logramos integrar nuestros Si mismos, y llegar a sentirnos y Ser Enteros, podremos experimentar el Yo soy, que es justamente la unión de los Sí mismos.-

De esta forma, podremos experimentar la unión con ese Campo Universal, la integridad y la unidad de Mente, Emociones, Acciones..

Que consideramos cuerpo físico? y cuerpo sutil?...podríamos pensar que el cuerpo físico es la manifestación externa de una serie de cuerpos mas sutiles. Si a esta manifestación sutil la unimos a la energía del cuerpo físico  podemos constituir un campo magnético personal. Y se mantienen unidos gracias a la fuerza magnética del universo, que nos rodea, que nos conecta y que nos interpenetra. Así cada ser humano es el reflejo de Todo el Universo.-
Sin duda que para poder comprendernos a nosotros mismos, es necesario que nos reconozcamos comos Seres Multidimensionales, integrados por cuerpos tanto sutiles como físicos, y entendiendo el cuerpo físico en su verdadera dimensión, que es el punto de contacto del Yo soy con el mundo físico.

Qué lo constituye?...es materia densa física polarizada, es receptiva, y por ende es de naturaleza Yin, fundamentalmente femenina. 
Es el cuerpo físico el que se encarga de cubrir y proteger a los cuerpos sutiles. En muchas tradiciones, se les advierte a los creyentes que este cuerpo físico sea tratado con deferencia y amabilidad y que no se profane, y que el maltrato puede conducir a algún tipo de perturbación del sistema de energía sutil, y de las funciones de los cuerpos superiores.

Así, repasamos cada sistema activo de nuestro cuerpo, y su función energética y física. El abdomen, la pelvis y la parte inferior de la columna vertebral, donde están los órganos de la digestión y de la reproducción, teniendo un significado energético basado en una comprensión adecuada de estas funciones, para lograr un funcionamiento armonioso y equilibrado. En el Yoga el abdomen es el centro del cuerpo físico. Tres dedos debajo del ombligo esta el Hara, siendo para los japoneses el punto donde todo se equilibra, lo que somos visible e invisible.-

Acá, además de cuidar este sistema con la alimentación adecuada, en cantidad y calidad, el movimiento necesario para mantenerlo activo y en buen funcionamiento, la protección necesaria para mantener ese fuego vital interno funcionando, desarrollamos el coraje, el valor y la capacidad de expresarnos honestamente.

Es desde la conciencia, que nos ocupamos de este espacio, es cuidando nuestro sistema digestivo, siendo a cada momento de la vida, atentos a lo que podemos hacer desde lo físico, y tomando contacto con ese coraje para arribar a acciones que debemos mejorar y estar atentos para poder asumirlas con un cuerpo sano y vital.

Cuando continuamos hacia arriba, reconociendo otro espacio, empezamos a conectarnos con los primeros obstáculos reales en nuestro camino, y es la mente descontrolada con los diálogos internos, y la desarmonía de los cuerpos sutiles aprisionados, ya que al no poder tener esperiencia conciente, nos empezamos a alejar de nuestra vida interior. 

Aca, cada religión utiliza medios distintos para acallar esta mente, unos la meditación, otros los bailes para sentir el cuerpo, otros el pranayama .-

La intencionalidad no es expulsar a los pensamientos de la mente, ya que esto es imposible, es como querer enderezarle la cola a un perro, literalmente imposible, es solo  lograr  no seguir cualquier linea de pensamiento, desvincularse momentáneamente de ellos, mantener un estado de relajación y de conexión con el cuerpo.-

Es cuando vamos logrando que sea la mente inconsciente la que aparezca, dejando a la mente consciente, es que empezamos a experimentar otra manifestación de nuestra existencia. Al cabo de un tiempo, que en muchos casos es breve, empezaremos a experimentar el cansancio de la conciencia y esta aceptara su destino, y podremos  arribar a algún espacio abierto en donde no hay pensamientos, ni diálogo interior.-

Luego, nos sentiremos mas ligeros, llenos de energía, tendremos un sentido mas pleno de la Unidad centrados en el Uno mismo.-
Ya vamos hacia arriba, arribando a un segundo espacio, en nuestro cuerpo físico, donde están el corazón, los pulmones, la glándula timo, que al regular el sistema inmunológico, es la que nos cuida nuestra salud física. Los indúes sostienen que es el diafragma, ese musculo interno el que separa el mundo físico mundano de los mundos superiores de las vibraciones sutiles.-

Cuando logramos amigarnos, sentir, y poder tener la casa física en orden, es donde podemos acceder a otros niveles, porque lo que hemos hecho es sacar la energía bloqueadora y atrapada de los dos primeros chakras, y es allí donde la energía empieza a moverse libremente ascendiendo hasta el plexo solar.-

Cuando logramos expresarnos desde estos dos próximos centros, el plexo solar y el corazón, empezamos a experienciar  conscientemente otro tipo de radiaciones desde ese lugar. Es como la primavera, cuando empieza a florecer, con una brillante luz verde, que puede ser vista con claridad por cualquier ser que tenga propiedades de clarividente. Además el centro del corazón esta conectado con Ajna (tercer ojo), y si abrimos el centro del corazón, hay acceso casi inmediato a la energía del sexto chakra.-
Y ya estamos acondicionados a experimentar desde la conciencia nuestros cuerpos sutiles, el cuerpo astral, el cuerpo mental y el cuerpo causal.-
Podemos empezar a trabajar con planos superiores, y usando desde la conciencia el cuerpo emocional (astral), trasmutar la energía desde el centro del corazón hasta el centro Ajna, y poder conducir frecuencias superiores de prana, directamente desde el corazón, para comenzar la curación.-

Y transitando este maravilloso cuerpo físico, desde la activación consciente de los chakras, arribando a la columna vertebral que tan majestuosamente alberga los cinco chakras siguientes, podremos levemente, tímidamente, y con la ayuda de Dios, arribar a el séptimo chakra, donde es posible acceder a nuestra divinidad, preparándonos para recibir sanaciones, para recibir energía, que nos permita activar, y conectarnos con cada parte nuestra, sin tanto esfuerzo, y teniendo la certeza que la curación y el contacto verdadero con el espíritu llega cuando estemos preparados para aceptarnos como seres espirituales, no físicos, y con un Dharma a cumplir por lo menos en esta encarnación hoy...gracias...


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