viernes, 3 de julio de 2015

JUNTOS...ETERNAMENTE...




Quizás nunca conoceremos la fuerza, la energía que habitaba entre ellos y con ellos.-

Pero si desde la fenomenología detallando los hechos, nos sorprendió mucho sus partidas.-

Ya este 20 de junio transcurrió un año desde que ambos, juntos, salieron de sus cuerpos físicos, para seguir con sus cuerpos sutiles.-

Realizando un recorrido de sus vidas, me sorprende la cantidad de años juntos, como a pesar de las miles de diferencias, y formas de enfrentar la vida, continuaron juntos, cerca.- 

José María Echague y Margarita Trosolino se conocieron a los 15 y 17 años, y casi de inmediato, se pusieron de novio, jóvenes, hermosos, llenos de vida y de ilusiones.

No paso mucho tiempo para que se casaran, para que comenzaran a vivir, este largo trayecto que iniciaron desde la adolescencia y terminaron juntos.

Construyeron su vida, sus sueños, sus retoños, sus nietos, sus proyectos, con miles de días y de noches, con miles de momentos, con miles de encuentros, con miles de desencuentros, seguramente, y continuaron juntos...

Que misterio esconde la muerte, ademas de el acto en si, que pueda hacer que ambos partieran el mismo día?...

Entre los miles de recuerdos que recorren en mi mente, toman significancia algunos...

7 de diciembre de 2013, cumpleaños de José María número 85, sentados en el patio de su casa en Vicente López, en Buenos Aires.- Margarita internada en el Sanatorio San Lucas en San Isidro, llamándolo por su cumple, y él de este lado...Marga, cuando venís?...Marga te dieron algún diagnóstico?....Marga, si tenes algo malo, yo quiero saberlo, a mi no me interesa la vida sin vos, quiero saber que tenes, no podría vivir un solo día sin vos...

Mirado a la distancia, este dialogo cobra otra fuerza, otro significante, donde es posible, otra realidad.-

Y así pasaron los meses, ya Margarita con su diagnóstico malo en su cuerpo, luchando, y poniendo todo lo que ella tenía, para poder sobrellevar su dolor y su cuerpo comprometido.-

Conociéndola, todos los que los rodeamos, sabíamos de su esfuerzo y sacrificio para que los demás no supieran lo que vivía, lo que su cuerpo cansado sentía, lo que ella transitaba, para no preocupar, para no alterar, para que los demás no se compadecieran de ella.-

Y él, haciendo ruido, desde sus palabras, como sintiendo que ella ya había iniciado su camino de regreso a su casa, a su lugar de origen, y quizás cumpliendo lo prometido, lentamente, se fue deteriorando, se fue apagando, se fue aislando del medio, para caer en una internación 2 meses antes.-

Y fueron meses de agobio, para sus tres hijos, que solo acompañaban, desde el amor a estos dos padres, que ya habían decidido estar juntos, eternamente.-

Solo Margarita, preguntaba por el, donde estaba, cuando volvía, medio desconfiando de la versión que se le daba, sin saber que José María ya había decidido desde los 17 años seguirla, estar cerca de ella, solo vivir para ella, y estar junto a ella, en la vida y en la muerte.-

Y unos 15 días antes del 20 de junio de 2014, juntos el mismo día, cerraron sus ojos, y ahí quedó su alma, habitando aun en esos cuerpos ya sin energía, sin vitalidad, sin fuerzas.-

Solo era cuestión de esperar que ellos salieran definitivamente de sus cuerpos físicos, y ese viernes 20 en la madrugada alrededor de las 5,30 de la mañana, Margarita dejó su cuerpo para emprender su camino, lento, despacio, ya que atrás, a pocos metros, José María la iba a acompañar para que no estuviera sola, para darle la seguridad que tanto necesita la femeneidad, ese apoyo incondicional del amor.-

Dos horas después, llegaría el anuncio que ya José Maria había salido también de su cuerpo, casi simultáneamente con ella, para coronar ese paseo, para custodiarla, para no dejarla sola, casi como una madre con su cría, cuidando, asistiendo.-

La vida y la muerte conviviendo, una cerca de la otra, una alado de la otra, abrazándonos, cercándonos, haciendo, diciendo, y sacándonos del engaño que solo vivos podemos estar juntos, cuando en realidad, ellos dos nos mostraron que también la muerte puede unir, también la muerte hace que las almas se encuentren, que donde estén puedan estar juntos.-

Solo dos meses separaron físicamente a estos dos seres, mis suegros, crecieron juntos, formaron una vida juntos, transitaron la existencia juntos, y también decidieron estar juntos en la muerte, en la eternidad, en el transito de las almas, en la otra versión de la vida, la muerte del cuerpo físico, pero la vida de los cuerpos sutiles que se siguen eligiendo.-

Marga y José María, fui honrada por vuestra familia, y ahora honro vuestra vida, vuestra partida, vuestra capacidad singular de atravesar la muerte...y si me escuchan, si leen lo escrito, si están ahí, donde sea que sea, agradezco vuestro paso por mi vida, agradezco vuestra compañía, agradezco la vida que le dieron a mi compañero, y solo les digo...que quizás nos reencontremos, ya que uds nos han mostrado la experiencia de que hay almas que están destinadas a transitar la vida y la muerte juntos...y eso da esperanzas, da fe, da alegría, da significado a la vida y a la muerte.-

Hasta que nos reencontremos, Marga y José María...gracias, gracias, gracias...





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